El comercio minorista no muere, es nuestra imaginación

A medida que las tendencias de compras y los consumidores continúan cambiando y evolucionando, ¿cómo creamos una experiencia donde las personas puedan sentir? Ahora que los clientes pueden elegir cualquier producto en cualquier tamaño y color en línea, un espacio comercial ofrece la oportunidad de seleccionar un entorno inmersivo, Experiencia emocional; una oportunidad para que las personas vean, toquen y sientan a través de su propia experiencia. Para descubrir una marca, un momento pequeño, cuidadosamente pensado a la vez.

Un espacio comercial ofrece la oportunidad de curar una experiencia inmersiva y emocional.

No es la venta minorista lo que está muriendo, es nuestra imaginación. Esa misma falta de creatividad que ahora aglomera espacios comerciales con bares de jugos y cafeterías volviendo todo un paisaje y gente absurdamente robotizada.

Cuando consultamos a una empresa sobre su necesidad, lo primero que debemos saber es: ¿qué problema está tratando de resolver? Esto nos ayuda a pasar de pensar en productos a pensar en las personas. ¿Quieres crear una experiencia realmente personalizada? Haga un mapa del viaje de un cliente, luego descubra lo que necesita en cada paso del camino.

Con un espacio comercial abarrotado, los consumidores responden a un viaje íntimo. La gente quiere sentir que en lo que está comprando hay una historia, y detrás de ella miles de familias que han trabajado porque el producto que llevas sea el que deseabas. Pero para crear ese sentimiento, muchas marcas se inclinan por la idea de crear "tiendas minoristas experimentales".

Haga un mapa del viaje de un cliente, luego descubra lo que necesita en cada paso del camino.

La verdadera solución es diseñar una experiencia auténtica para sus clientes y la venta minorista experimental ocurrirá de manera orgánica.

Cada marca tiene momentos clave que son exclusivos de su identidad. Las experiencias, que en esencia son una compilación de momentos, se crean diseñando puntos de contacto centrados alrededor de estos elementos clave de identidad. Unidos entre sí, estos elementos crean una experiencia íntima de venta minorista.

Los detalles son lo que distingue a lo real de la imitación barata. En una era de fabricación en masa e imitación del comercio electrónico, la sensación de conexión verdadera es una cosa que no se puede eliminar. Viene de tu marca, de celebrar lo que te hace quién eres. Venta al por menor no está muerto. Solo debes recordar sentir por tu propio pulso cuando trates de reimaginar su futuro.

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